Las setas ofrecen una particular variedad de sabores que las transforman en un amigo natural del vino a la hora de maridar.
Tan populares como versátiles, los hongos están presentes en las cocinas de una gran variedad de culturas. Salteados, en salsas, para acompañar carnes o sustituirlas, dan textura y sabor a risottos, pastas y arroces.
Umami
Mientras más oscuros sean los hongos, más umami tendrán. Y este sabor, además, se intensificará si las setas están secas. Cuando hablamos de umami nos referimos al quinto sabor, sumamente profundo y adictivo, que caracteriza a ciertos hongos cuando son cocidos o secos como los Shiitakes, Portobello, Porcini, Trufas y Morchellas. Para platos que incluyan a este tipo de setas se recomienda un vino tinto robusto, intenso, con notas a frutos negros como Marques de Casa Concha Syrah.
Terrosos
Ya que la mayoría de ellas crecen en la tierra, las setas comestibles tienen un característico sabor terroso que funciona muy bien con ciertas variedades de vino como el Pinot Noir. Gracias a las notas a cuero, tierra y setas que puede desarrollar este vino, indiscutiblemente marida bien con platos con hongos. Compruébalo tú mismo disfrutando de Risotto de Champiñones junto con Marques de Casa Concha Pinot Noir, cuyo clima costero del Valle de Limarí le entrega esos aromas terrosos y a cuero que recuerdan a las setas.
Imagen de Tatiana Goskova en Freepik.
Carnosos
No es solo por su textura, sino que también por su sabor, los hongos recuerdan a la carne. Por esta razón, es uno de los grandes sustitutos para la proteína animal en platos vegetarianos. Los hongos Portobello, con su gran tamaño y sabor carnoso, son un ejemplo. Pueden prepararse rellenos, a la parrilla, en cacerolas, dentro de una hamburguesa vegetariana, grillados…¡o como quieras! ¿Un vino? Cualquiera que elegirías para servir con un trozo de carne: desde Marques de Casa Concha Cabernet Sauvignon, hasta un Marques de Casa Concha Malbec o Marques de Casa Concha Carmenere.
Maderosos
Otra cualidad que tienen algunas setas comestibles es su carácter maderoso. Ocurre con los Chantarelle, los Porcini, los Matsutake y uno de los más delicados que hay, el Maitake. Estas variedades pueden entregar aromas a pino que van bien con vinos blancos secos. Para los Chantarelle te sugerimos probar Marques de Casa Concha Chadonnay o un espumante.
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