A base de huevo, de sémola de trigo duro, largas, cortas o rellenas, las pastas secas y frescas son básicas en la dieta mediterránea y un ícono de la gastronomía italiana. Pero para maridarlas, el secreto no está en la pasta. ¡Está en su salsa!
¿Quién no ama un plato de pasta junto a una buena copa de vino? ¿Pero, cuál vino? Bueno, la respuesta no está en la forma de la pasta, sino que en su salsa. ¡Así es! Si acaso es cremosa, ácida, herbal, con vegetales, carnes o mariscos…toda esta información es la que dictará el maridaje. ¿No sabes cómo hacerlo? Aquí te ayudamos.
Alfredo
Untuosa y deliciosa, la salsa Alfredo es una de las salsas cremosas más populares que existen. Comúnmente servida sobre humeantes fettucini, los ingredientes que la conforman son tan simples como efectivos. Ajo, queso parmesano, mantequilla, sal, pimienta negra y por supuesto, crema, mezclados en la proporción correcta, dan origen a esta salsa que funciona de maravillas con Chardonnays con guarda en barrica como Marques de Casa Concha Chardonnay. Gracias a su fermentación maloláctica, este vino complementa muy bien con platos con mantequilla, queso o crema, aportando con su frescor, elegancia y vitalidad al plato.
Arrabiatta
Otra salsa básica pero infalible, es esta salsa de tomate que, además, pica. Sí, la Arrabiata es una salsa de tomate picante propia de Roma, muy rápida de hacer ya que solo consiste en una mezcla de tomate, ajo, aceite de oliva y ají. Suele acompañar la pasta penne y para su maridaje, funciona muy bien vinos de cuerpo medio y taninos medios también, como Marques de Casa Concha Merlot, cuyos pronunciados sabores a frutos del bosque y ciruela roja maridan muy bien con la acidez del tomate, aportándole otra dimensión a este plato. Ojo que el vino, en general, aumenta la sensación de picor de la comida.
Bolognesa
Porque es la más popular de todas, no podíamos dejar de mencionar la salsa Bolognesa. A base de salsa de tomate, carne, zanahoria, apio (y a veces vino tinto), comúnmente servida junto a spaguetti, este plato necesita de un vino tinto con más cuerpo por el contenido graso de la carne. Marques de Casa Concha Cabernet Sauvignon, con un paladar suave que enmascara taninos firmes funciona perfecto con este tipo de salsas, más si se condimentan con pimienta negra.
Pesto Genovés
Lejos del tomate, es la salsa preferida de muchos vegetarianos que destaca por su intenso sabor a albahaca, piñones, ajo, sal, queso parmesano y aceite de oliva. Para acompañar gnocchi de papa, ravioles o spaguetti, esta salsa proveniente de Génova funciona tanto con vinos blancos como tintos ligeros. Marques de Casa Concha Chardonnay o Marques de Casa Concha Pinot Noir son capaces de soportar y equilibrar a esta intensa salsa.
Marinara
A diferencia de la salsa Arrabiatta, la Marinara no entrega la sensación picante. Sus ingredientes consisten en tomate, ajo, hierbas (generalmente albahaca) y cebolla, ofreciendo una salsa sencilla pero muy sabrosa y para todos los gustos. Dado a que su principal ingrediente es el tomate, esta salsa necesita maridar con un vino que no quiebre el balance perfecto entre acidez y dulzor. Un vino tinto como Marques de Casa Concha Syrah, cuyos concentrados sabores a cereza y mora complementan perfectamente la acidez de este plato.
Frutti di Mare
Cuando los frutos del mar como almejas, choritos o camarones se incorporan a las salsas, ya sea a base de mantequilla y hierbas, o con salsa de tomate, su salinidad y mineralidad llama a vinos secos, crujientes y aromáticos, idealmente blancos como Marques de Casa Concha Chardonnay. Aunque cuando la salsa incorpora tomate, un vino rosado como Marques de Casa Concha Rosé Cinsault, también funciona muy bien, aportando notas minerales, frescas y delicadas.
¿Quién dijo que un plato de pasta a media semana podía ser aburrido? Con estas sugerencias podrás transformar tu comida en casa en toda una experiencia culinaria.