Se distinguen del resto por su capacidad de resistencia y adaptabilidad. Pero, además, porque envejecen muy bien si se encuentran bajo las condiciones adecuadas. Aquí te contamos cuáles son y sobre el origen de este concepto.
Hay seis variedades de uvas que históricamente se han considerado nobles por su capacidad de sobrevivir incluso ante condiciones climáticas hostiles y suelos variados, sin afectar su calidad. Son seis variedades que, desde tiempos remotos, han sido consideradas superiores. Algo así como aristocráticas. Se trata del grupo conformado por las cepas Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Riesling.
Pero ¿dónde nació este concepto? Se habría creado en Francia y luego popularizado en Gran Bretaña: uno de los principales mercados del vino francés. Por eso no es coincidencia que sean cinco variedades francesas y una alemana (Riesling) que, como sabrás, también se cultiva en Alsacia. ¿Una estrategia de marketing? Algo así. Y también muy asociada al lujo. De hecho, Luis XIV, famoso por sus fiestas lujosas, habría ayudado a incrementar el deseo por este noble bien de lujo, llamado vino.
Si bien se puede discutir que, dentro de este grupo de seis variedades, el Pinot Noir y el Riesling sí necesitan de condiciones particulares para ofrecer vinos especiales, hay otras características que reafirmarían este concepto. Uno es que estas cepas permiten producir grandes vinos monovarietales, es decir, hechos en un 100% a partir de una sola uva ya que no necesitan el equilibrio de otra variedad, como Marques de Casa Concha Pinot Noir o Marques de Casa Chardonnay. Pero principalmente, porque tienen la habilidad de expresar cómo y dónde fueron hechas como es el caso de Marques de Casa Concha Cabernet Sauvignon o Marques de Casa Concha Merlot. Es decir, son vinos que transmiten fuertemente el sentido de terroir, y además son variedades con potencial de envejecimiento.
Pero, ¿puede solo la variedad de uva ayudar a categorizar un vino como noble? Lo cierto es que la elaboración de un vino requiere de mucho más que solo uva. Se necesitan uvas sanas, procedentes de un sitio en particular, luego entra en juego lo que ocurra en la bodega, la mano del enólogo, las características del año de cosecha, entre otros factores. Si bien se dice que el grupo de las “6 uvas nobles” no suele decepcionar, es importante considerar la forma en que disfrutaremos estos vinos: desde servirlo a la temperatura de servicio correcto, hasta maridarlo con las comidas indicadas.
La influencia que históricamente tuvieron las “6 uvas nobles” alrededor del mundo es innegable. Pues de los cientos de variedades que existen, además de las uvas híbridas que últimamente han aparecido, los niveles de producción de las cepas nobles van en aumento y son consideradas variedades internacionales. Además, ofrecen una amplia variedad de aromas y sabores perfectos para quien busca adentrarse en el apasionante mundo del vino. ¡No dejes de probarlas!
