Los aromas y sabores complejos son características deseables en muchos vinos. Pero, ¿de qué se trata esto y cómo diferenciarlos? Te lo contamos a continuación.
Seguramente ya oíste hablar de aquel término que se refiere a los vinos como “complejos” y que, sin ir más lejos, es una cualidad presente en varios vinos de Marques de Casa Concha. Muchos profesionales del vino utilizan este término para describir vinos con sabores y texturas robustas como es el caso de Marques de Casa Concha Malbec o Marques de Casa Concha Syrah. Pero, ¿a qué realmente sabe un vino complejo? ¿Es acaso un indicador de mejor o peor calidad?
Considerando que el vocabulario del vino ya puede sonar un tanto lejano o complicado, es importante dilucidar conceptos que sí son importantes, como la “complejidad”. De hecho, en los cursos de vinos realizados por el WSET (Wine & Spirit Education Trust), la complejidad es uno de los cuatro atributos que se identifican para calificar la calidad del vino. Entonces, partamos de la base de que este sí es un atributo y que sí es sinónimo de calidad.
Vamos al grano ¿cómo sabemos si un vino es complejo? Primero, agitando la copa y percibiendo sus aromas. Si te vas dando cuenta de que el vino emana aromas a frutas frescas, una gran variedad de ellas, eso quiere decir que el vino ofrece una cantidad importante de aromas primarios. Luego, si vas notando que además hay aromas que te recuerdan a especias como la vainilla, clavo de olor, o tal vez aromas a café, chocolate o mantequilla…quiere decir que estas frente a aromas secundarios. Lo que se podría catalogar como una segunda capa de aromas. ¿Puede haber más? Claro que sí. Si después de unos segundos percibes que también hay aromas a frutos secos como avellanas, higos, ciruelas cocidas, cuero, tabaco u hojas mojadas, por nombrar algunos, quiere decir que estas en presencia de aromas terciarios. Y cuando un vino cuenta con diversas capas de aromas que se van revelando poco a poco, y que no paran de sorprender, quiere decir que estamos frente a un ejemplar con complejidad aromática. Esto es algo que, en general, se desarrolla con el paso del tiempo.
Y, ¿qué pasa con los sabores? Esto continua. Luego de agitar la copa para apreciar sus aromas, debes probarlo y chequear si esta nariz continua en el paladar. Para determinar si el vino es complejo en boca, la idea es que los aromas sean similares a los sabores. Aunque hay casos en que la nariz es mas compleja que la boca, o viceversa. Otro indicador es que el sabor de un vino complejo puede evolucionar tanto en la copa como en la botella, en cosa de minutos u horas.
Estas características son deseables en muchos vinos porque haciendo una analogía, podría decirse que ofrecen una especie de sinfonía a la experiencia, donde diversos aromas y sabores van apareciendo y provocando sensaciones en el consumidor. Sin embargo, es importante saber que la complejidad puede provenir únicamente de aromas y sabores primarios, o de la combinación de ellos con características secundarias y terciarias. Pero la falta de variedad de sabores no es siempre negativa. Ni todos los vinos premium son complejos. Hay casos en que la presencia de aromas muy fuertes aportados por la barrica, pueden opacar la expresión frutal de un vino, razón por la cual pureza y definición son lo que hace grande a un vino.
En el caso de Marques de Casa Concha Malbec, se trata de un vino fresco, complejo e intenso, que se revela con sus notas a guinda negra, mora, violeta y especias dulces. También es vibrante, con carácter y personalidad. Mientras que Marques de Casa Concha Syrah muestra aromas de guinda y arándanos muy concentrados, y una complejidad dada en la boca con sabores complejos de guinda, arándanos y regaliz. ¿Cuál te gustaría probar primero?