Las variedades Chardonnay y Pinot Noir han presentado una calidad extraordinaria, por lo que se proyectan vinos de muy buen nivel.
Marques de Casa Concha ha llevado a cabo en óptimas condiciones su vendimia en el valle del Limarí, tanto en su variedad Chardonnay como Pinot Noir.
La temporada 2020-2021 estuvo marcada, a grandes rasgos, por ser más fría que el promedio en la zona producto del fenómeno de La Niña, lo que generó un retraso en la maduración de la uva, dándole un perfil a la fruta que transmitirá frescor y acidez al vino.
Además, fue la responsable de que el proceso se iniciara dos semanas más tarde en comparación al año 2020, es decir, que comenzara el 15 de febrero. Sin embargo, gracias a un trabajo milimétrico, se logró cosechar oportunamente.
“En el valle de Limarí la vendimia se inició de forma exitosa y en perfectas condiciones. Las primeras muestras están muy prometedoras. Creemos que tendremos una calidad extraordinaria”, revela el enólogo y director técnico de Concha y Toro, Marcelo Papa.
En el caso del Chardonnay, proveniente del viñedo Quebrada Seca, se esperan uvas con concentración, frescor, mineralidad, además de sabores y aromas con un toque más maduros y con leves notas tropicales.
Para esta cosecha 2021, y tomando en cuenta la baja de temperatura generalizada en el sector, se prevé un Marqués de Casa Concha fresco y mineral, con algo de fruta blanca y tropical, buenos niveles de acidez en un vino muy expresivo, un excelente ejemplar de Chardonnay del Limarí.
En lo que respecta al Pinot Noir, del viñedo Quebrada Seca, las plantaciones se encontraba en muy buenas condiciones y la cosecha fue precisa. Por lo mismo, se proyecta un grado alcohólico medio, acidez alta y muy buena concentración, dando como resultado vinos frescos, elegantes, complejos y minerales. Es decir, un fiel reflejo del terroir de Limarí.