Es indiscutiblemente la pasta más simple y popular de todas. Ya sean en versiones clásicas o más elaboradas, los spaguetti siempre pueden sacarnos de apuros, como también cautivarnos con deliciosos maridajes.
Este clásico plato de la cocina italiana puede prepararse en versiones para todos los gustos y, además, armonizarse con vinos para elevar la experiencia a otro nivel. Escoger el vino correcto permite que los sabores, texturas y aromas de un plato se complementen, potenciando sus matices y creando una experiencia final aún más satisfactoria. Estas son cuatro combinaciones que no debes dejar de probar.
Spaguetti alla Carbonara
Es una de las recetas más famosas de la cocina romana, que consta de solo cinco ingredientes: spaguetti, guanciale, queso Pecorino romano (naturalmente muy salado), pimienta negra y huevos batidos. ¿Muy simple? Sí, aunque su complejidad está en lograr una salsa en que los huevos se emulsionen con el queso, obteniendo una crema untuosa, con mucho sabor a umami y notas ahumadas. Este plato de pasta pide a gritos un vino blanco con cuerpo como Marques de Casa Concha Chardonnay, cuya textura sedosa, notas minerales y carácter largo y vibrante aportan una exquisita vitalidad a este maridaje. ¿Ya lo probaste?
Spaguetti con albóndigas
Inspirado en las preparaciones del sur de Italia, este plato italo-americano (que crearon los italianos que emigraron hacia Estados Unidos, específicamente a la ciudad de Nueva York) es un clásico que cada día deleita a miles de personas en todo el mundo. También muy simple, consta de esta pasta servida junto a albóndigas de carne (y aquí es donde puede variar la receta, con mezclas de cortes o tipos de carne o aliños para hacerlas realmente sabrosas) cocinadas en salsa de tomate. Que, en este caso, requiere de un vino tinto con cuerpo robusto que pueda estar a la altura del sabor de las albóndigas, sin ser opacado por estas. ¿Por ejemplo? Marques de Casa Concha Cabernet Sauvignon, de paladar suave, casi aterciopelado que enmascara los taninos firmes que presenta, perfectos para acompañar este icónico plato.
Spaguetti nero di sepia con mariscos
De intenso sabor a mar, esta pasta elaborada con la tinta natural del calamar resulta sumamente sabrosa por si sola y muy atractiva a la vista. Pero si además se prepara con mariscos como camarones, calamares, almejas o lo que encuentres fresco en la pescadería, es sin lugar a dudas una bomba de sabor marino. Por su salinidad y mineralidad, esta preparación requiere de vinos secos y muy refrescantes, como Marques de Casa Concha Rose Cinsault, que en boca se demuestra untuoso, cálido y graso, con notas minerales, frescas y delicadas, perfectas para complementar este intenso plato.
Spaguetti con salsa Putanesca
En el mundo de las salsas de tomate, la Putanesca llama la atención por la adición de elementos de sabor punzante y salados que también aportan textura y contrapuntos. Además, la base de tomates en trozos, lleva anchoas, aceitunas, alcaparras y ajo, creando una salsa que destaca por su acidez, por lo tanto, requiere de un vino cuya acidez este a la altura o un poquito más alta. Un vino tinto de cuerpo medio, como un Marques de Casa Concha Merlot o también en este caso, dado por la agradable armonía que hay entre las aceitunas y el Syrah, Marques de Casa Concha Syrah.