A solo 20 kilómetros del centro de Santiago, a unos 600 metros sobre el nivel del mar y a los pies de la cordillera de los Andes, se encuentra uno de los mejores terroirs para la producción de esta cepa en Chile.
Al hablar de vino chileno es imposible dejar de mencionar al valle más clásico de Chile, el Valle del Maipo. Ubicado a los pies de la cordillera de los Andes y a solo unos 20 kilómetros de Santiago Centro, esta zona vitícola cuenta con un 70% de viñedos de la variedad Cabernet Sauvignon. Allí esta cepa tinta encontró condiciones inigualables para expresar algunos de los vinos más elegantes del país. Son las subregiones dentro de este valle, las que más dan que hablar, dentro de ellas Puente Alto y Pirque, cuyos vinos distinguen por sus taninos, suavidad, textura y su increíble expresión a frutas frescas y especiadas.
A los pies de la cordillera: Alto Maipo
Se trata de la zona más cercana a la cordillera de los Andes, la cual con sus brisas frías permite que, durante la época de maduración de las uvas, las temperaturas no sean tan elevadas sobre todo al atardecer. Esta marcada oscilación térmica entre el día y la noche, prolonga la maduración de la uva, concentrando e intensificando sus sabores. Aunque también, permitiendo que los racimos a veces concentren un poco menos de azúcar.
Puente Alto y Pirque
Dentro de esa zona, a los pies de la cordillera, los viñedos de Puente Alto que se emplazan por sobre los 650 metros de altura, comenzaron su historia a finales del siglo XIX cuando Don Manuel Antonio Tocornal comenzara a plantar cepas francesas en un campo que llamaría Tocornal. Precisamente en ese lugar, en 1972, se originaron los primeros vinos de Marques de Casa Concha y aún continúan creciendo gran parte de las uvas que hoy dan origen a Marques de Casa Concha Cabernet Sauvignon. Un vino que expresa fielmente lo que es un Cabernet Sauvignon de Alto Maipo, cuya fruta recuerda al cassis, la guinda y la ciruela roja, de estilo fresco, pero con mucha estructura y taninos muy refinados. El otro porcentaje de este vino, proviene de Pirque, de un campo ubicado a 570 metros sobre el nivel del mar, cuyos suelos rocosos y pedregosos de origen aluvial, altamente permeables gracias a la gravilla, permiten un excelente drenaje que, con la influencia de la cordillera, crean el mejor clima para esta variedad.
Otra importante característica de Marques de Casa Concha Cabernet Sauvignon 2022, es su guarda. Ya que además del 60% de crianza en barricas de roble francés, el otro 40% de este vino pasa 16 meses dentro de fudres de 5.000 litros. La idea detrás es darle más aire al vino y protagonismo a la fruta que nace en Alto Maipo, desmarcándolo del carácter maderoso que muchas veces pueden aportar las barricas. El resultado es un vino que sabe mucho más fresco, que se puede beber ahora o también dentro de los próximos 10 años. Sin lugar a dudas, un vino que no debería faltar en tu cava.