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Todo sobre las barricas

Francisca JaraFrancisca Jara

Francisca Jara

Cumplen un rol fundamental que puede influir de diversas maneras en el vino. Aquí te contamos cuáles son ellas y cómo puedes identificarlas.

Para muchos, el hablar de vino inmediatamente trae a la memoria barricas llenas de esta bebida. Es una de las imágenes más románticas en torno al vino. Y con razón, pues estos contenedores de madera, que originalmente fueron creados como un medio para conservarlo y transportarlo, hoy cumplen un rol esencial en la elaboración de vinos finos.

Dependiendo de su material (generalmente de roble americano o francés), tamaño y el tiempo que se usen, las barricas de madera son capaces de impartir diferentes texturas, aromas y sabores al vino. A menor tamaño, mayor será su influencia. Aunque con el uso, los barriles irán perdiendo sus compuestos de sabor y, por ende, la transferencia de aromas y sabores que puedan aportarle al vino.

Marques de Casa Concha Cabernet Sauvignon, por ejemplo, tiene una guarda en barrica de 18 meses, donde un 63% se hace en barricas de roble francés (un 28% de primer uso y un 73% de segundo uso), mientras que el 37% restante se realiza en fudres de 5.000 litros. Gracias a este ejemplo, es posible saber que la influencia de la madera en los aromas de este vino en particular, es moderada, ya que solo un 28% es en madera nueva. El roble francés nuevo generalmente aporta aromas a vainilla, caramelo, especias como la canela, el clavo de olor o la nuez moscada, coco, tabaco, chocolate, café o azúcar quemada, pero en el caso de Marques de Casa Concha Cabernet Sauvignon, el aroma más evidente es el ahumado además de sabores enmarcados por taninos firmes. Esto muchas veces se hace para no opacar el carácter frutal de vino, y solo darle un toque sutil.

El oficio tonelero

El oficio de hacer barricas es una artesanía sumamente específica y difícil, a cargo de los maestros toneleros. Ellos unen las duelas de madera sin pegamento ni clavos, hasta darle la forma de barril solo con un martillo y presión. Para luego tostarlos con fuego a leña, creando una amplia gama de interesantes sabores que posteriormente serán transferidos al vino que vaya dentro de ese barril. Un vino puede estar dentro de una barrica por meses o años, pero mientras más tiempo pase, más sabores obtendrá. Además, la barrica ayudará en la estabilización del color, la suavidad de los taninos y protección con el exterior, aunque con un intercambio, ya que la porosidad de la madera permite que el vino respire dentro de ella. Este proceso se denomina la maduración del vino, donde el oxígeno permitirá que ciertos aromas evolucionen hacia sabores de caramelo, frutos secos y avellanas.

La fermentación en barricas

En otros casos, hay enólogos que optan por utilizar barricas en el proceso de fermentación. Una vez que la fermentación alcohólica ha terminado, puede ocurrir una segunda fermentación dentro de la barrica llamada maloláctica. Muchos creen que la integración del carácter frutal del vino con el de la madera, se puede lograr mucho mejor cuando esta fermentación maloláctica ocurre dentro de la barrica. En el caso de Marques de Casa Concha Chardonnay, por ejemplo, la fermentación se realiza en barricas de roble y dura alrededor de 8 días. Luego, la guarda es de 12 meses en barricas de roble francés (un 18% de primer uso y el resto de segundo uso). El resultado es un vino que posee aromas a fruta blanca madura como la pera, con flores blancas, avellana tostada y notas minerales. Su textura es sedosa y capas de sabores maduros.

Como ves, este noble contenedor de vinos es sumamente importante y ampliamente utilizado en la elaboración de vinos finos, dado su alto valor.

 

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